El exceso, los escándalos públicos y privados y las demostraciones de amor de mal gusto han marcado la relación de ambas figuras, quienes ya preparan su boda en la capital de Francia.
Lo que se sabe, es que los dos ya firmaron un acuerdo prenupcial, en el que de acuerdo a la página RadarOnline.com, “Kim recibirá un millón de dólares por cada año que este casada con Kanye”.
El acuerdo especifica que “la actriz de reality no podrá recibir más de 10 millones dólares durante su matrimonio, recibirá el título de la mansión en Bel Air, y podrá quedarse con todos los regalos y joyas que Kanye le dé.” ¡Nada mal!
Todo lo que gane Kardashian con su línea de ropa, y sus programas de televisión, será considerado un ingreso independiente, que no tendrá que compartir con el cajero.
Pese a que se anticipa como la boda del año, no todas las figuras desean ir a la fiesta, y si no, que le pregunten a Beyoncé, quien le advirtió a su esposo, Jay-Z, que no quiere ir al bodorrio porque lo considera un evento “sin clase”, y en el que tendrá que permitir el uso de su imagen para el programa de la socialité.
Los asistentes a la boda tendrán que firmar un acuerdo de privacidad, pero parece que por la amistad entre Jay-Z y Kanye, Beyoncé no lo tendría que firmar, ni tampoco entregar su celular. Pero ni siquiera con todas estas concesiones, la cantante está dispuesta a ir al evento, que además, será grabado para el reality de Kim.